El pasado ya pasó,el futuro no llegó,
de ahora en más,voy a vivir mi presente
La memoria es traicionera..
Get your own Digital Clock
sábado, 29 de diciembre de 2012
La gente actúa con total liviandad, total haga la barbaridad que haga después te pide perdón y listo. Si,
te ahorro, puedo ser un bicho raro, pero para mí ‘nos vemos’ es ‘nos
vemos’, ‘ te llamo’ es ‘te llamo’, ‘te quiero’ es ‘te quiero’. Si yo
digo que voy a estar ahí vos sabes que voy a estar ahí. Ahora cuando
alguien me dice a mí que va a estar ahí lo dudo, porque se perdió el
valor de la palabra. Te pueden fallar total después vienen, te piden
perdón, y ya está, así de fácil. Pedir
perdón no debería tomarse con tanta liviandad. El castigo precede al
crimen decía Dostoievski, porque uno antes de cometer el crimen sabe el
dolor que generará y asume la culpa. Esa culpa es el castigo ¿y uno
pretende redimir esa culpa con un simple perdón?. Un
perdón no puede reparar lo que hicimos mal. Para pedir perdón antes hay
que estar dispuesto a reparar. ¿De qué sirve pedir perdón cuando no hay
manera de reparar lo que hiciste mal? Cuando
no nos perdonan nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra
culpa. Cuando no nos perdonan nos obligan a hacernos cargo de lo que
hacemos. Un simple perdón no puede borrar el dolor que se causó. Pedir
perdón es poner una curita en una herida abierta que nosotros mismos
provocamos. Insuficiente y a destiempo. Recién cuando nos hacemos
responsables de lo que hacemos, ahí se puede empezar a construir algo
distinto. Suplicando
a los gritos, de rodillas, implorando en todos los idiomas, pedir
perdón no alcanza, no repara, no alivia si no nos hacemos responsables
de nuestras acciones. Cuando
no nos perdonan nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra
culpa. Porque un simple perdón no pude borrar el dolor. Hay cosas imperdonables aunque se pida perdón en todos los idiomas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario